Música

jueves, 10 de abril de 2014

Frágil

Estoy aquí, una vez más, porque a veces no son suficientes los nudillos en la pared, el humo, las gotas, ni siquiera la música, a veces necesitas soltar la mierda escribiendo, no sé por qué, pero ocurre, quizá pensamos que así se va a quedar ahí, y no vamos a seguir tragándola... y aunque no funciona así, necesitas escribir.
Y así pasa con otras cosas, haces de todo pensando que así se va a arreglar algo, que no vas a seguir comiendo mierda, y al final, tus esfuerzos no sirven para nada y vuelves a tragártela. ¿Cuántas veces no te has tragado el orgullo, y has tenido que comerte como la otra persona no era capaz de hacerlo una vez por ti?¿O cuántas veces has tenido mil detalles con alguien, y no has visto ni una cuarta parte de ellos devueltos?¿Cuántas veces no te has matado a estudiar para un examen, y el profesor ha decidido que ese día te iba a follar el culo sin vaselina? Miles, miles de veces.
Uno se cansa de escuchar que todo esfuerzo merece la pena, y ver como se ponen las cosas en su contra. Que a veces el esfuerzo de uno solo no es suficiente, que si no se esfuerza la otra persona, las cosas no van bien, se desestabiliza, se cae, se rompe, se olvida. Esperas lo que no va a llegar, lo sabes, pero sigues esperando, tú tan ciego, ella tan sorda. Es una discusión entre yo conmigo, y nunca sé de parte de quien ponerme, y tú tampoco me ayudas a veces, y no lo entiendo, porque otras veces sí lo haces. Eres tan desconcertante, tan simple que me pareces complicada, y yo soy tan frágil contigo que me infundes miedo. Miedo porque me han roto muchas veces, y porque no soportaría ver como vuelven a romperme después de haber pegado los trozos, porque la esperanza es una aliada, pero puede ser un buen enemigo.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Space rocket

Hoy hace buen día de mí hacia fuera, pero llueve a rabiar dentro de mi corazón. Está bien, me gusta la lluvia, no voy a quejarme, nunca lo he hecho, siempre me he callado y he cosido a solas mis más profundas heridas, y después he salido con una sonrisa puesta en la cara, también cosida.. y acabé acostumbrándome. Me cortaron las alas entre todas las palizas porque querían verme atado al suelo, pero no van a acabar conmigo, los problemas no van a ganar esta guerra, voy a caer en picado para coger impulso y cuando vaya a chocar contra el suelo voy a rebotar y alzaré el vuelo, volaré alto, donde nadie pueda alcanzarme nunca, donde pueda ser libre. Iré al Sol para acabar con el invierno gélido que se instala en mi pecho, borrar mi fría mirada, y después pasaré por tu casa, entraré por la ventana y me acostaré a tu lado, te susurraré al oído todo lo que no fui capaz de decirte, te daré todos los besos que te prometí, y me encantaría decirte que me quedaré siempre a tu lado, pero ambos sabemos que eso no va a ser así, que no tenemos un futuro juntos y que antes de que despiertes saldré de nuevo por la ventana para volver solo y confundido a mi oscuro y frío agujero, donde no hay nada más que yo y mis pensamientos, donde nadie puede entrar o salir. Porque ninguno me conocéis, soy frío, recorro este camino solo y la culpa no es de nadie más que de mí mismo porque yo lo elegí así. Gélido como la nieve, no muestro mis emociones. Tengo un agujero en mi corazón producido por una especie de montaña rusa emocional, pero me cansé de subir y bajar, de dar vueltas..

Soy como un cohete espacial y tu corazón es la luna, los dos sabemos que podría llegar a ti perfectamente, como también sabemos que es mejor que no lo haga, así que me quedo quieto flotando por el espacio a la deriva, esperando entrar en órbita con algún otro cuerpo al que aferrarme, pero sigo girando alrededor de esa luna, no quiere soltarme, y tampoco yo estoy seguro de querer alejarme.
Me volaría los sesos en tu regazo tan solo para quedarme allí muriendo en tus brazos, habría hecho cualquier cosa por ti, para demostrarte cuanto te adoro, pero se acabó, es demasiado tarde para salvar nuestro amor.

Pero prométeme que pensarás en mí cada vez que mires al cielo y veas una estrella.. porque soy un cohete espacial buscando tu corazón.

viernes, 10 de mayo de 2013

[Des]amor

Todos sabemos lo que nos va a pasar al final cuando nos enamoramos. Lo que no sabemos ninguno es como podemos ser tan idiotas de enamorarnos de todas formas. ¿Por qué no podríamos evitarlo igual que evitamos pisar una mierda de perro cuando la vemos por la calle? ¿Por qué es tan difícil el simple hecho de apartar tus sentimientos para evitar luego el sufrimiento? Da igual las veces que nos lo preguntemos, no vamos a dar con una respuesta. Pero vamos a seguir enamorándonos, y desilusionándonos. Terminaremos una relación, acabaremos destrozados y diremos: "Ya no más, esta es la última", hasta que llegue otra persona que rompa tus esquemas, y vuelvas a caer como el idiota que eres.
El amor es precioso, es bonito cuando lo vives, pero el desamor es triste, y pesa el triple. Si tan solo pudiéramos expulsar ese sentimiento de nuestro interior, al igual que expulsamos lágrimas y sollozos... si todo fuera tan fácil como eso... si todo fuera tan fácil como eso yo no estaría escribiendo este texto, y vosotros no estaríais pensando en una persona en concreto mientras lo leéis. Es así de sencillo.

Yo ya no sé si merece la pena tres copas de lágrimas por una de felicidad, lo único que sé es que no es la primera vez que me pasa, ni será la última, por desgracia.




miércoles, 26 de diciembre de 2012

Impotencia.


Me siento impotente, de no poder cambiar las cosas, de no poder evitar lo inevitable. Soy tan frágil, que hasta la música podría romperme en este momento con su suave caricia de melancolía.
Hoy es mi corazón quien llora, porque los ojos están cansados, hoy es mi sonrisa la que se esconde, porque no ve ningún motivo para salir, hoy soy yo el que se queda encerrado en casa, porque ahora mismo soy polvo, polvo que el aire de la calle podría llevarse en cualquier momento.
Espero lo que el destino me tiene preparado, y es algo que lamentablemente parece que no puedo moldear, las cosas son así, y así van a ser.
He arriesgado tanto por nada, tantas cosas realizadas que no han merecido la pena, o eso es lo que yo siento, porque dicen que todo esfuerzo vale la pena, pero a mí eso no me vale, yo quiero que mi esfuerzo sirva para que las cosas salgan bien, y no para que se tiren por la borda. Claro que a todos nos gustaría eso.. pero no por mucho esfuerzo que le pongas a algo sale siempre bien, y eso es así, nadie va a cambiarlo.
La agonía me ahoga, pero es la impotencia que siento la que me está matando poco a poco, y de aquí a unos días no quedarán de mí más que recuerdos de lo que yo solía ser, nadie volverá a decirme "Que bonita es tu sonrisa" porque tardarán mucho tiempo en volver a verla.
Yo soy fuerte, pero no estaba preparado para algo así, hay cosas que nos superan a todos, por mucha corteza dura que tengamos, y esas no son las cosas que vienen de fuera, si no las que duelen desde dentro, las que dañan al corazón.

Me siento triste, esperando a lo que sea que tiene que venir, sé que será malo, así que es mejor ir asimilándolo y prepararse para que duela menos cuando me den el golpe.

Es lo que hay, la vida no está hecha a nuestra medida, y no siempre la ajustamos bien a nosotros, no nacemos con un manual de instrucciones, así que nos toca escribir nuestro propio manual con las cosas que aprendemos de los errores, las hostias, y las caídas.
Así que después de todo, sólo me quedará escribir, escribir en teclas mojadas por lágrimas.

martes, 25 de diciembre de 2012

Lágrimas

Mis dedos resbalan en las teclas mojadas por las lágrimas a la vez que escribo, lágrimas que recorren mis mejillas y se dejan caer desde la barbilla.
Son lágrimas desordenadas, pero todas y cada una llevan tu nombre, son pensamientos de mi cabeza, recuerdos, fotos, momentos.. que salen por mis ojos para escapar de mi mente, porque son incapaces de aguantar la pena que esta noche traigo conmigo. Me duele ver como están las cosas entre tú y yo, me duele vez que mi felicidad ahora es mi lamento. Que estas lágrimas son tan frías y a la vez tan cálidas, tan húmedas y a la vez tan secas.
Duele saber que nunca más seremos lo que fuimos, y que estas lágrimas lo demuestran, nada será igual cuando vuelvas a mí después de marcharte. Aposté todo por algo que salió mal, hice "All in" y me quedé sin blanca, se acabó, no hay más fichas en este juego para mí, estoy fuera, bancarrota, game over. En cambio tú aún conservas todas tus fichas, estoy seguro de que las fichas que me ganaste no las vas a necesitar, las tirarás o las apartarás a un lado, porque tienes suficiente con las tuyas. En cambio yo daría lo que fuera por un poco de tus fichas, un poco de tus besos, abrazos, caricias, risas, recuerdos, momentos, fotos.. pero jamás volveré a tenerlas, porque no volveré a jugar a este juego contigo, el juego del amor.. ese juego en el que todos perdemos, y muy pocos ganan.
Puede que sea lo último que te escriba, la última carta, lo último que recibas de mí. La pena se mezcla con las lágrimas en las teclas, así que disculpa si encuentras todo esto un tanto triste, pero me resulta imposible escribir palabras alegres. Aún así puedes cerrar los ojos y recordar mi sonrisa cuando miraba la tuya, la sonrisa que tú causabas, la que tú has construido todo este tiempo, la que quizás nunca vuelva a mostrarte como antes, nunca más será tan amplia, porque ahora viven recuerdos y melancolía en ella.
Aunque esto sea lo último que te escriba, no será el último recuerdo, no sé si por suerte o por desgracia, pero voy a recordarte bastante, cuando cierre los ojos, cuando me acueste sin tus "buenas noches", cuando agache la vista y mire hacia mi pecho y sienta ese hierro frío que tanto me recuerda a la persona por la que tanto he sentido.
Dicen que los polos opuestos se atraen, pero tú y yo hemos demostrado que no es así, pero al menos lo hemos intentado, ¿no crees? No sé si ha merecido la pena o no, pero a mi personalmente me ha marcado, y estoy seguro de que he aprendido mucho.
Se acerca el final, estamos a escasos días, lo único que deseo ahora es no derrumbarme en el adiós, pero sé que si tu caes yo voy a caer, porque es inevitable, son muchas cosas acumuladas encima de mí, y no puedo sujetarlas más tiempo, voy a caer abajo con ellas. Pero algún día saldré de todo, estoy seguro.
Voy a quedarme con los buenos momentos, y olvidaré los malos, aunque casualmente son esos buenos momentos los que harán que perduren mis lágrimas, los recuerdos vendrán a mi mente en noches melancólicas, será inevitable, pero espero que tú conserves la imagen de mi sonrisa en tu cabeza, esa sonrisa de la que tú eras culpable. Ojalá que encuentres tu verdadera felicidad, porque este es el juego del amor, donde ambos hemos perdido fichas, donde ambos hemos tenido rachas, donde los dos nos hemos marcado faroles sin pretenderlo. Yo no soy tu felicidad, pero al menos me esforcé en serlo.

Tú sigue con tu bonita sonrisa, que ya me encargo yo de derramar
lágrimas por los dos.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Un objetivo

Nacemos y vivimos con el único fin de llegar a ser felices. Pero en ese preciso instante en el cual estás rozando la felicidad, cuando ya la sientes en los dedos, cuando su esencia recorre todo tu cuerpo, creando sonrisas y sensaciones agradables, aportándote calor y alegría.. cuando piensas que no podrías sentirte mejor, entonces es cuando esa felicidad se aleja de nuevo y nos deja caer en picado hasta que nos damos la hostia del siglo contra el suelo. Después de lamentarnos, quejarnos, pasarlo mal y recuperarnos de las heridas, volvemos a subir otra vez a por esa felicidad, ¿por qué?, ¿porque somos masoquistas, incansables..? No, no creo que sea por eso, creo que es porque necesitamos obtener esa sensación de ser felices, y sentimos que debemos ir a por ello cueste lo que cueste.
Sabemos que nos caeremos de nuevo, es inevitable no pensar en ello cuando ya te has dado varios golpes, pero aún así merece la pena golpearte mil veces, por tan solo sentirte feliz un par de veces.
Mi vida está llena de altibajos, porque vivo rozando la felicidad, pero el siguiente día lo vivo cayendo en picado, para volver a subir después. No voy a rendirme, algún día subiré para no caer, subiré para agarrar de la mano a esa felicidad y no soltarla nunca, si caigo abajo.. Felicidad caerá conmigo, y no hará falta volver a subir. Tengo la esperanza de alcanzar mi eterno bienestar y conservarlo para siempre.

Otro día más

Otro día más, me hallo solo y triste. Sin nadie que me escuche llorar, nadie que oiga mis lamentos, pero así es como quiero estar: solo. No necesito abrazos, ni necesito que me escuchen, solo necesito desahogarme en sollozos. Escribo aquí esto porque todos necesitamos soltar toda la rabia que tenemos, y yo estoy cansado de darle puñetazos a la pared, por lo tanto he decidido plasmar mi melancolía por escrito. Nadie escribe nada cuando está feliz, simplemente se dedica a aprovechar el momento, en cambio todos necesitamos desahogarnos cuando estamos tristes, y yo lo haré escribiendo. A muchos esto les va a deprimir, pero otros muchos se sentirán identificados.

No soy perfecto, no siempre se puede sonreír, pero no hay que dejar de intentarlo.